Veo... ¿señales?

¿Vosotros creéis en el destino o en las señales? ¿Pensáis que las cosas, si pasan así, es por algo en concreto? ¿Nuestro destino está escrito de antemano o lo vamos escribiendo nosotros? Hoy me he levantado con un montón de preguntas de este tipo en la cabeza. Desde siempre, me he cuestionado porqué las cosas son como son y no son de otra manera; porqué esto es así y no de otra forma; porqué aquí y no allí,…

Llevo ya algunos meses escuchando a una persona, muy convencida en su teoría, de que las señales existen, que lo único que hay que hacer es aprender a verlas y a seguirlas. Yo, haciendo caso de su consejo, salgo a la calle cada día con los ojos bien abiertos, los oídos puestos en cada sonido, y el olfato por si haciera falta también, para percibir cualquier tipo de señal. Me sentía un poco rey mago persiguiendo una estrella (que no veía). Hasta el momento, que yo crea, sólo me he topado con las señales de tráfico…

Sin embargo, ayer fue diferente. Los que me conocéis sabéis que llevo ya algún tiempo, más largo que corto, desanimada con mi situación laboral (sí, sé que como millones de personas, pero a cada uno le duele más lo suyo) hasta el punto que, envuelta en miedo, me ha llevado a plantearme el salir fuera de España, como han hecho ya miles de personas, para recobrar esa seguridad en mí misma que hace un tiempo perdí.

Por eso quería compartir con vosotros lo que me pareció una señal, o al menos se le parecía desde bastante lejos. Hace un par de semanas estuve visitando Granada y vine muy enamorada de esa ciudad, hasta tal punto que llevo todos estos días diciendo en casa que yo me quiero ir a Granada a trabajar. Allí me sentía como en mi propia ciudad.

Pues bien, ayer por la tarde recibí en mi correo una oferta de viaje para pasar unos días en Granada, algo muy común por estas fechas y por el amplio número de emails que nos llegan cada día con publicidad. Bueno, eso no tenía importancia. Lo que sí la tuvo fue por la tarde. Cuando llegué a la academia donde me preparo unas oposiciones, lo primero que me dicen es que han salido plazas en Granada… En ese momento creo que me quedé un poco sin respiración porque me dije a mí misma: ¡¡Quiero una!!

¿Será eso una señal? ¿Será un cúmulo de casualidades? No sé que será, pero eso enciende una chispita en esta caldera que hace tiempo que no arde... ¿Vosotros qué pensáis?

Hoy quiero dedicarle una frase a una persona que sé que lo está pasando mal. Siempre me dijiste que hay que aprender a bailar bajo la lluvia. Hoy te digo yo que si lloras porque no puedes ver el sol, te estarás perdiendo las estrellas. Ánimo, disfruta de cuanto te rodea, que no es poco, y si lloras que sea de alegría, no por la pena que otros te causen. Un fuerte beso.

1 comentario:

  1. Pues es posible que las señales existan. Yo la verdad es que ya no se en que creer, si en el destino, en las señales, en un camino fijado. No se, la verdad, pero bueno, quizas lo que tengas que hacer es seguir tus deseos, no? lo que quieres, lo que ahora mismo te pide el cuerpo.

    Un beso cielo

    ResponderEliminar